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Todos buscamos amor

Tod@s buscamos amor.

Este es uno de los patrones básicos que identifico en las sesiones de psicoterapia, independientemente del “motivo de consulta” o “preocupación principal” de la persona que esté acompañando.

El amor es una necesidad básica del ser humano, el motor de nuestra vida. Tod@s queremos amar y ser amados.

Constantemente buscamos relaciones significativas porqué queremos sentirnos acompañados, aceptados y pertenecer. Pero nuestra búsqueda de amor a veces se distorsiona y se expresa de forma poco saludable.

Os pongo algunos ejemplos.

  • Utilizar el “amor” para suplir nuestras propias carencias. Por miedo a quedarnos solos establecemos relaciones tóxicas o de dependencia que en nada se parecen a lo que podemos considerar “amor real”.

  • Desarrollar trastornos alimentarios y de autoestima. Establecemos una relación tóxica y peligrosa con la comida porqué no consideramos que somos “suficiente” para ser amados. Creemos que si cambiamos nuestra apariencia recibiremos la aceptación y validación de los demás que tanto anhelamos.

  • El perfeccionismo obsesivo. Esto también puede ser un reflejo de nuestra necesidad desproporcionadas para satisfacer las expectativas percibidas de los demás y conseguir su aprobación.

Estos son sólo algunos de lo muchos ejemplos de conductas desadaptativas que reflejan una búsqueda de aceptación, validación y aprobación constante. Es la trampa del ego, el cual nos hace creer que debemos buscar el amor “fuera de nosotros” y nos encontramos con todo lo contrario; mayor vacío y soledad. En definitiva, nos alejamos del amor.

Podemos empezar a tomar conciencia sobre nuestros patrones de pensamiento, emociones y conductas, observando si:

  • Tomamos decisiones basados en lo que creemos que esperan los demás de nosotr@s y no lo que realmente queremos

  • Dependemos de la aprobación de los demás para sentirnos bien

  • Colocamos la responsabilidad de nuestras emociones en los demás (es decir, otras personas son responsable de lo que nosotros sentimos)

  • Actuamos de forma obsesiva y controladora porque proyectamos nuestro miedo a perder a otra persona

  • Sentimos que tenemos que cambiar nuestro aspecto físico para agradar a los demás

  • En vez de querer estar con otras personas, sentimos que los “necesitamos” para estar bien

  • Buscamos en otros lo que pensamos que carecemos nosotros para sentirnos “suficientes”

Cuando tomamos conciencia de nuestras búsquedas equivocadas de amor, “fuera de nosotros”, podemos empezar a responsabilizarnos de nuestro bienestar.

Debemos desaprender lo que no es “amor real” para conectarnos con lo que sí lo es. Esto es que lo llamo un proceso continuo de aprendizaje y desaprendizaje.

  • Desaprender la idea de que el amor verdadero se encuentra fuera y no dentro.

  • Aprender que el amor real parte del amor propio.

  • Aprender a aceptarnos a nosotros mismos para poder aceptar al otro.

  • Aprender que nadie puede validarte porque solo puedes validarse tu mismo.

  • Aprender que nada ni nadie puede completar ni llenar tu vacío, porqué eres suficiente tal y como eres.

  • Aprender a valorarnos y atendernos porqué somos lo más importantes de nuestra vida.

Si logramos discernir lo que realmente es amor, no necesitaremos seguir buscado el amor “fuera” porqué reconoceremos el amor en nuestro interior.

Reconoceremos que, en esencial, somos amor.